Lección 48

“Venid a Cristo”

El Libro de Mormón: Manual para el maestro


Objetivo

Enseñar a los miembros de la clase a juzgar entre el bien y el mal y a recibir un testimonio del Evangelio y del Libro de Mormón.

Preparación

  1. Lea los pasajes de las Escrituras que se mencionan a continuación y medite y ore al respecto:

    1. Moroni 7:1–19. Mormón explica cómo juzgar entre el bien y el mal (nótese que estas palabras fueron registradas por Moroni, el hijo de Mormón).

    2. Moroni 7:20–48. Mormón explica que la fe en Cristo es el poder mediante el cual se hacen milagros; explica la importancia de la fe, la esperanza y la caridad.

    3. Moroni 8. En una epístola a Moroni, Mormón indica las condiciones para obtener la salvación y explica que los niños pequeños son salvos mediante la expiación de Cristo.

    4. Moroni 10. Moroni explica que el Espíritu Santo da testimonio de toda verdad a los que piden con fe; describe los dones espirituales y exhorta a todos a venir a Cristo.

  2. Lectura complementaria: Guía para el Estudio de las Escrituras, “Luz, Luz de Cristo”, págs. 126–127.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar interés

Si lo desea, utilice la siguiente actividad, o una de su preferencia, para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.

Relate la siguiente historia:

Un día helado de febrero de 1910, Vincenzo di Francesca, un ministro protestante, se encontró un libro religioso que no tenía título, y que estaba maltratado por haber estado a la intemperie durante tanto tiempo. Sintiendo gran curiosidad, envolvió el libro en un periódico y se lo llevó. Una vez en casa, lo limpió y lo leyó. “Leí una y otra vez, dos, tres y cuatro veces, y percibí la certeza de que ese libro era un quinto evangelio del Redentor”, dijo él.

El libro que había hallado era el Libro de Mormón. Cuando lo leyó, siguió la amonestación de Moroni 10:4. “Al concluir el día, cerré con llave la puerta de mi dormitorio, me arrodillé con el libro en las manos y leí el capítulo diez de Moroni. Entonces oré a Dios, el Eterno Padre, en el nombre de Su Hijo Jesucristo, que me hiciera saber si ese libro era Su palabra, si era un libro bueno y verdadero, y si al predicar podía usar sus enseñanzas, además de las de los cuatro Evangelios.

“…sentí un frío como el del viento del mar. Luego el corazón me empezó a latir más rápidamente y me invadió un gran sentimiento de alegría, como si hubiera encontrado algo precioso y extraordinario, y mi alma sintió consuelo y se llenó de un júbilo imposible de describir en términos humanos. En esos momentos había recibido la confirmación de que Dios había contestado mi oración y de que el libro era de sumo beneficio para mí y para todos los que quisieran escuchar sus palabras”.

El testimonio que Vincenzo di Francesca recibió en ese momento le ayudó a superar muchas experiencias difíciles. Se le destituyó como ministro porque enseñaba del Libro de Mormón. Fue en 1930 cuando supo el nombre del libro y el de la Iglesia que lo publicaba. Debido a la guerra y a otros problemas políticos, pasaron 21 años más antes de que pudiera ser bautizado. A través de esas dificultades, conservó un fuerte testimonio de la veracidad del Libro de Mormón. (Véase de Vincenzo di Francesca, “ ‘¡No pienso quemar el libro!’ ”, Liahona, junio de 1988, págs. 15–18.)

Señale que en esta lección se analizarán los capítulos finales del Libro de Mormón. En esos escritos se encuentran las instrucciones de Moroni en cuanto a la forma en que cada uno de nosotros puede obtener un testimonio personal de la veracidad del Libro de Mormón.

Análisis y aplicación de las Escrituras

Con la ayuda de la oración, seleccione los pasajes de las Escrituras, las preguntas y otros materiales de la lección que mejor satisfagan las necesidades de los miembros de la clase. Analicen la forma en que los pasajes seleccionados se aplican al diario vivir. Anime a los miembros de la clase a compartir experiencias que hayan tenido que se relacionen con los principios que se encuentran en las Escrituras.

1. Mormón explica la manera de juzgar entre el bien y el mal.

Analicen Moroni 7:1–19. Pida a varios miembros de la clase que lean en voz alta los versículos que usted haya seleccionado. Señale que el capítulo 7 de Moroni contiene las palabras de Mormón, las cuales fueron registradas por su hijo Moroni.

• Mormón se refirió a los miembros de la Iglesia como “pacíficos discípulos de Cristo” (Moroni 7:3). ¿Sobre qué se basó Mormón para hacer esa declaración acerca de los miembros de la Iglesia? (Véase Moroni 7:4–5.) ¿Cómo llegamos a ser “pacíficos discípulos de Cristo”?

• ¿Qué enseñó Mormón acerca de la importancia que tienen nuestras intenciones en lo que respecta a hacer buenas obras? (Véase Moroni 7:6–9.) ¿Qué significa presentar una ofrenda u orar “con verdadera intención”? ¿Qué podemos hacer para que nuestras intenciones sean puras cuando hacemos el bien?

• ¿Qué enseñó Mormón acerca de la manera de discernir entre el bien y el mal? (Véase Moroni 7:12–19.)

Escriba en la pizarra ¿Me persuade a amar y a servir a Dios? ¿Es inspirado(a) por Dios? Inste a los miembros de la clase a usar estas preguntas al evaluar si alguna cosa o hecho es bueno o malo. (Si lo desea, señale que el juzgar si algo nos lleva hacia Dios puede ser más fácil que el juzgar si algo nos lleva hacia el diablo. Las prácticas engañosas de Satanás con frecuencia nos instan a pensar que algo “no es tan malo”, que en realidad no es perverso, aunque no sea bueno. Recalque que cualquier cosa que no nos lleve hacia Dios nos aleja de él.)

• Mormón amonestó al pueblo: “Tened cuidado… de que no juzguéis que lo que es malo sea de Dios, ni que lo que es bueno… sea del diablo” (Moroni 7:14; véase también 2 Nefi 15:20). ¿Cuáles son algunas de las formas en que esto sucede en la actualidad? (Si lo desea, anote en la pizarra las respuestas de los miembros de la clase debajo de los encabezamientos Lo malo se presenta como bueno y Lo bueno se presenta como malo.)

• ¿Qué influencia se nos ha dado para ayudarnos a distinguir el bien del mal? (Véase Moroni 7:16, 18–19.)

Explique que el “Espíritu de Cristo” o la “luz de Cristo” es “una influencia perseverante que eleva y ennoblece el espíritu y que viene al género humano por causa de Jesucristo” (Bible Dictionary, “Light of Christ”, pág. 725). Está al alcance de todos y puede preparar a una persona para encontrar la verdad y recibir el Espíritu Santo. Por el papel que desempeña de ayudarnos a discernir entre el bien y el mal, a la luz de Cristo a menudo se le llama conciencia.

• ¿De qué maneras les ha ayudado la luz de Cristo a discernir entre el bien y el mal? ¿Cómo podemos ser más receptivos a la guía de la luz de Cristo?

2. Mormón explica la importancia de la fe, la esperanza y la caridad.

Lean y analicen los versículos de Moroni 7:20–48 que usted haya seleccionado.

• Mormón preguntó: “¿Cómo es posible que os aferréis a todo lo bueno?” (Moroni 7:20). ¿Cómo respondió a esa pregunta? (Véase Moroni 7:21–26. “Todas las cosas que son buenas vienen de Cristo”, y podemos aferrarnos a ellas ejerciendo la fe en él.)

Pida a los miembros de la clase que piensen en las bendiciones que han recibido ellos u otras personas a causa de la fe. Pídales que compartan esos ejemplos, según sea apropiado.

• ¿Cuál es la relación que existe entre la fe y los milagros? (Véase Moroni 7:28–30, 35–38.) ¿Por qué es necesario que la fe preceda a los milagros? (Véase Moroni 7:37; véase también Éter 12:12, 18 y la cita que figura a continuación.) ¿Por qué los milagros por sí solos no proporcionan un fundamento firme para la fe?

El presidente Brigham Young dijo: “Los milagros, estas extraordinarias manifestaciones del poder de Dios, no son para los incrédulos; son para consolar a los santos y para fortalecer y confirmar la fe de aquellos que aman, temen y sirven a Dios, y no para los incrédulos” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Brigham Young [35554 002], págs. 268–269).

• ¿Qué es la esperanza? ¿Qué relación existe entre la fe y la esperanza? (Véase Moroni 7:40–42.)

El élder Bruce R. McConkie enseñó: “De la manera que se usa en las revelaciones, la esperanza es el deseo que tienen las personas fieles de obtener la eterna salvación en el reino de Dios después de esta vida… La fe y la esperanza son inseparables. La esperanza [nos] permite tener fe en primer lugar, y después, a causa de esa fe, la esperanza aumenta hasta que se obtiene la salvación” (Mormon Doctrine, 2a. edic., 1966, págs. 365–366).

• ¿Qué cualidad debe preceder a la fe y a la esperanza? (Véase Moroni 7:43.) ¿Por qué debe ser la persona “[mansa] y humilde de corazón” a fin de tener verdadera fe y esperanza?

• Mormón enseñó que además de la fe y la esperanza, debemos tener caridad. ¿Qué es la caridad? (Véase Moroni 7:46–47.) ¿Cuáles son las características de la caridad? (Véase Moroni 7:45. Si lo desea, escriba en la pizarra las respuestas de los miembros de la clase.) ¿De qué manera han confirmado las experiencias que han tenido en la vida que “la caridad nunca deja de ser”?

• ¿Cómo podemos aumentar nuestra fe y nuestra esperanza? ¿Cómo podemos ser llenos del amor puro de Cristo? ¿Por qué debemos esforzarnos por tener fe, esperanza y caridad? (Véase Moroni 10:20–21.)

3. Mormón enseña que los niños pequeños son salvos mediante la expiación de Cristo.

Lean y analicen los versículos de Moroni 8 que usted haya seleccionado. Señale que este capítulo contiene una epístola que Mormón le escribió a su hijo Moroni.

• ¿Por qué no necesitan el bautismo los niños pequeños? (Véase Moroni 8:8–9, 11, 19–20. Señale que las enseñanzas de Mormón acerca de los niños pequeños también se aplican a “todos aquellos que están sin ley” [Moroni 8:22], lo cual se refiere a los que son mentalmente incapaces de comprender los mandamientos y las ordenanzas del Evangelio.) ¿Por qué es el bautismo de los niños pequeños “una burla ante Dios”? (Véase Moroni 8:20, 22–23.)

• Los niños pequeños son salvos porque son inocentes e incapaces de pecar. Los que hemos pecado, ¿en qué forma podemos obtener la salvación mediante la expiación de Cristo? (Véase Moroni 8:10, 24–26.)

4. El Espíritu Santo testifica de toda verdad. Los dones espirituales siguen a los que vienen a Cristo.

Lean y analicen los versículos de Moroni 10 que usted haya seleccionado.

• Puesto que Moroni 10 es el capítulo final del Libro de Mormón, contiene las últimas palabras de Moroni. ¿A quién está dirigido este capítulo? (Véase Moroni 10:1.) Moroni termina con “unas palabras por vía de exhortación” (Moroni 10:2). ¿Qué significa la palabra exhortar? (Aconsejar o instar fuertemente.) Pida a los miembros de la clase que lean rápidamente el capítulo para determinar qué es lo que Moroni exhorta que hagan sus lectores. (A continuación se enumeran las respuestas. Si lo desea, pida a los miembros de la clase que lean en voz alta cada uno de los versículos que contenga una exhortación.)

  1. “[Recordad] cuán misericordioso ha sido el Señor con los hijos de los hombres” (versículo 3).

  2. “[Preguntad] a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas” (versículo 4).

  3. “No neguéis el poder de Dios” (versículo 7).

  4. “No neguéis los dones de Dios” (versículo 8).

  5. “[Tened] presente que toda buena dádiva viene de Cristo” (versículo 18).

  6. “[Recordad] que [Cristo] es el mismo ayer, hoy y para siempre” (versículo 19).

  7. “[Recordad] estas cosas [que Moroni ha escrito]” (versículo 27).

  8. “[Venid] a Cristo” (versículo 30).

• Pida a los miembros de la clase que piensen si han obtenido un testimonio de que el Libro de Mormón es la palabra de Dios. ¿Qué papel desempeña el Espíritu Santo en la obtención de un testimonio de las cosas espirituales? (Véase Moroni 10:4–5.) ¿Por qué no podemos obtener un testimonio sólo por medio del intelecto? (Véase 1 Corintios 2:11; Alma 26:21–22; Moroni 10:6–7.)

• Moroni nos exhortó: “…no neguéis el poder de Dios” (Moroni 10:7). ¿De qué manera podríamos en ocasiones negar el poder de Dios? (Además de pedir las respuestas de los miembros de la clase, tal vez desee leer la declaración que figura a continuación.)

El élder Jeffrey R. Holland enseñó:

“El Salvador dijo: ‘La paz os dejo, mi paz os doy… No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo’ (Juan 14:27).

“Les digo que es posible que ése sea uno de los mandamientos que, aun en el corazón de los Santos de los últimos Días fieles, se desobedece casi universalmente; y sin embargo, me pregunto si nuestra resistencia a esta invitación pudiera causar más dolor en el corazón misericordioso del Señor. Como padre que soy, les puedo decir esto: aunque me preocuparía mucho el que uno de mis hijos, en algún momento de su vida, estuviera seriamente atribulado, fuera infeliz o desobediente, no obstante, me sentiría infinitamente más desconsolado si pensara que en esos momentos ese hijo no pudiera confiar en que yo le ayudaría o si pensara que sus intereses personales no tuvieran importancia para mí o no estuvieran a salvo bajo mi cuidado. De igual modo, estoy convencido de que ninguno de nosotros puede apreciar cuán profundamente herido se siente el amoroso corazón del Salvador del mundo cuando se entera de que su pueblo no confía en Su cuidado ni se siente seguro en Sus manos ni confía en Sus mandamientos” (“Come unto Me”, Ensign, abril de 1998, pág. 19).

• ¿Qué enseñó Moroni acerca de los dones espirituales? (Véase Moroni 10:8–19.) ¿Por qué cada uno de nosotros recibe distintos dones de Dios? (Véase D. y C. 46:11–12.)

• ¿Qué han aprendido y qué han sentido al meditar en los mensajes del Libro de Mormón? (Pida a los miembros de la clase que sólo mediten en esta pregunta si no desean compartir sus sentimientos con la clase.)

• ¿En qué forma la exhortación de Moroni de “venir a Cristo” refleja el mensaje total del Libro de Mormón? (Mormón 10:30, 32.) ¿De qué maneras específicas les ha ayudado a venir a Cristo el estudio que han hecho este año del Libro de Mormón?

Conclusión

De acuerdo con la inspiración del Espíritu, testifique de las verdades que se analizaron durante la lección e invite a los miembros de la clase a hacer lo mismo.

Sugerencia adicional para la enseñanza

Si lo desea, comparta las siguientes declaraciones para instar a los miembros de la clase a continuar su estudio del Libro de Mormón:

El presidente Gordon B. Hinckley dijo: “Me gustaría instar a todo hombre y mujer… y a todo niño y niña que sepa leer, que lea de nuevo el Libro de Mormón este próximo año… No hay nada que podríamos hacer que fuera de mayor importancia que el que se fortalezca en nuestra vida personal una convicción inquebrantable de que Jesús es el Cristo, el Hijo Viviente del Dios Viviente… ése es el propósito de la aparición de este libro asombroso y maravilloso” (en Church News, 4 de mayo de 1996, pág. 2).

El presidente Joseph Fielding Smith dijo: “Ningún miembro de la Iglesia puede contar con la aprobación de Dios y morar en Su presencia si no ha estudiado con dedicación el Libro de Mormón” (citado en “El don de la revelación moderna”, Liahona, enero de 1987, pág. 81).

El presidente Ezra Taft Benson dijo: “Al presente, el Libro de Mormón se estudia en nuestras clases de la Escuela Dominical y de seminario cada cuatro años; pero los miembros de la Iglesia no deben esperar cuatro años para estudiarlo individualmente y en familia, ya que tenemos que leer todos los días las páginas del libro que ‘acercará más al hombre a Dios por seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro’ (véase Enseñanzas del Profeta José Smith, págs. 233–234)” (“Tenemos que inundar la tierra con el Libro de Mormón”, Liahona, enero de 1989, págs. 4–5).

El presidente Benson también dijo: “Todo Santo de los últimos Días debería hacer del estudio de este libro una actividad de toda la vida” (Véase “El Libro de Mormón es la palabra de Dios”, Liahona, agosto de 1975, pág. 45).