Al tomar decisiones, Dios espera que oremos, confiemos y creamos, y que luego no nos demos por vencidos ni entremos en pánico ni desistamos cuando parece que algo no marcha bien.
Vivir el Evangelio

A veces el Señor sabe que necesitamos un desvío.

04/09/24 | 1 min de lectura
¿Tenemos fe para sobrevivir a los caminos llenos de baches?

Cuando tomamos decisiones importantes, Dios espera que utilicemos nuestra inteligencia y sentido común para estudiar las opciones y luego orar para pedir guía.

Pero eso no es todo. Una vez que hayamos recibido la inspiración del Espíritu, Dios espera que confiemos en Él y actuemos en consecuencia.

Eso puede ser difícil cuando la respuesta que hemos recibido nos conduce a un camino arduo. A veces seguimos al Espíritu y aun así terminamos en algún lugar donde no pensábamos que estaríamos. ¿Por qué pasaría eso?

Este relato de la vida del élder Jeffrey R. Holland da una respuesta posible: a veces el Señor nos conduce por un camino no porque sea el que nos llevará a nuestro destino, sino porque necesitábamos aprender algo del desvío.

Caminos difíciles

Pregunta a uno de tus padres, a un líder u otro adulto fiel si alguna vez pasaron por una época difícil de la vida. ¿Qué aprendieron ellos de esa experiencia?

Comentarios
0