Cueste lo que cueste, encuentra tiempo para meditar.
El presidente Nelson nos ha aconsejado no solo leer el Libro de Mormón todos los días, sino también meditar en él. A fin de meditar bien, suele ser útil apartar un período de tiempo en el que puedas concentrarte y pensar. Así que, para muchas personas (como Brian aquí), su ejercicio diario es la oportunidad perfecta para meditar; ¿podría tal vez funcionar esto para ti?