El libro del profeta Abdías, en el Antiguo Testamento, es muy breve, y en su mayoría trata sobre el antiguo reino de Edom. Pero hay una referencia que podríamos encontrar particularmente relevante hoy en día: “Y subirán salvadores al monte de Sion […] y el reino será de Jehová” (Abdías 1:21).
Espera, salvadores… ¿en plural?
Jesucristo es EL Salvador de la humanidad, eso está claro; pero cualquier persona que ayude a salvar a alguien es, por definición, un “salvador”. Cuando participamos en la obra del Señor y ayudamos a las personas a hacer y guardar convenios con Dios, compartimos, de una manera pequeña o minúscula, la obra del Salvador.
Recuerda estas dos enseñanzas del presidente Nelson sobre el recogimiento de Israel:
- “Cada vez que hacemos algo que ayude a alguien, en cualquier lado del velo, a hacer y guardar sus convenios con Dios, estamos ayudando a recoger a Israel”.
- “Como preludio esencial de la segunda venida del Señor, ¡es la obra más importante del mundo!”1.
Como el Señor dice en Doctrina y Convenios 88:73: “He aquí, apresuraré mi obra en su tiempo”. La obra misional, la obra de historia familiar, la obra del templo… todas son parte del recogimiento de Israel, ¡lo cual nos da la oportunidad de ayudar a salvar!
Ayuda a salvar
NOTAS
1. Russell M. Nelson, “Que Dios prevalezca”, Conferencia General de octubre de 2020.