En el mundo de las comparaciones, parece que siempre hay alguien mejor. En el Libro de Mormón, habría sido fácil para Sam compararse con su hermano Nefi, que era un profeta y líder. Pero, así es como reaccionó Sam en su lugar:
1. Sam era creyente. Decidió creer en las palabras de su hermano, Nefi, y actuó conforme a esas creencias.
2. Sam era humilde. Lamán y Lemuel no estaban contentos con el hecho de que su hermano menor, Nefi, se estuviera convirtiendo en su líder. Pero Sam era humilde al respecto; apoyó a Nefi.
3. Sam era paciente. Pasó por algunos momentos difíciles. Lamán y Lemuel hasta lo golpearon con una vara, tal como golpearon a Nefi. Sam soportó sus pruebas con paciencia.
4. Sam fue bendecido. Puede que Sam no fuera un líder o un profeta, pero aun así siguió fielmente a Jesucristo y fue bendecido por ello.
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