Jesus Praying
Vivir el Evangelio

Incluso el Salvador necesitó tener tiempo a solas con Su Padre.

01/26/23 | 1 min de lectura
Un pensamiento sobre Mateo 3, Marcos 1 y Lucas 3

Al principio del ministerio del Salvador, no muchas personas sabían quién era Él todavía, pero eso estaba a punto de cambiar.

En un día, Jesús hizo todo esto:

  • Enseñó en una sinagoga.
  • Echó a un espíritu inmundo fuera de un hombre.
  • Sanó a la suegra de Simón Pedro.
  • Ministró a las personas que aparecieron después de escuchar acerca de Sus otros milagros (véase Marcos 1:21–34).

Según Marcos, “toda la ciudad se agolpó a la puerta” (Marcos 1:33). ¡De repente había MUCHAS personas que querían el tiempo y la atención de Jesús!

Así que, a la mañana siguiente, Jesús se aseguró de estar listo para un día ocupado. “Y levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba” (Marcos 1:35).

Si el Salvador necesitaba dedicar tiempo a estar solo, orar y recargar Sus baterías espirituales, ¿cuánto más lo necesitamos NOSOTROS? No importa cuán ocupados estemos, siempre debemos recordar dedicar tiempo al Señor.

Mi tiempo con Dios

Trata de apartar un poco más de tiempo cada día para orar y escuchar lo que Dios está tratando de decirte.
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