Estos tres aspectos suponen una enorme diferencia para Xander.
“Cuando tengo preguntas sobre mi fe, una de las cosas buenas que mi padre me ha enseñado es volver a los cimientos de lo que ya sabes”, dijo Xander.
“Mis tres cimientos principales son la oración, las Escrituras y la revelación. Incluso si tengo una pregunta sobre cualquier otra cosa, puedo volver a uno de esos tres cimientos y me ayudan con lo que no sé”.
Muchas gracias por compartirlo, Xander. ¿Qué hábitos pequeños y sencillos puedes poner en práctica hoy?
Encuentra más inspiración en cuanto a este tema en las páginas 12–14 de la revista Para la Fortaleza de la Juventud de febrero. Compartiremos historias de éxito pequeñas y sencillas a lo largo del mes, ¡así que mantente atento!
Comprueba tus cimientos
¿Qué hábitos diarios de adoración constituyen tu cimiento espiritual? ¿Qué puedes hacer para fortalecer esos hábitos?