1990–1999
Entre Los Brazos Del Amor Del Salvador
Octubre 1995


Entre Los Brazos Del Amor Del Salvador

“Nuestra vida es bendecida al aprender lecciones de amigos de confianza cuyas deficiencias físicas y humildad invitan al Espíritu. Ellos nos enseñan una nueva dimensión de la fe, el valor, la paciencia, el amor y la dignidad individual.”

Mi corazón tiembla con profunda humildad al ocupar este lugar sagrado por primera vez. Se con toda seguridad que la voz y los pensamientos del presidente Hinckley representan los deseos del Salvador para cada uno de nosotros.

Era una hermosa mañana de verano, nuestra familia asistió a las Olimpiadas Especiales para ver participar a nuestro hijo Scott. Las Olimpiadas Especiales se realizan todos los años para dar a las personas con deficiencias físicas la oportunidad de disfrutar de una competición amistosa. Observamos que mientras los corredores tomaban sus puestos para la carrera de 50 yardas, había amigos especiales que los animaban y que se conocen afectuosamente como “abrazadores”. Segundos antes de comenzar la carrera, esos “abrazadores” ocupaban un lugar junto a la meta. No tenía importancia quien cruzase la línea primero; lo que importaba era que cada participante terminara la carrera y recibiese un abrazo de felicitaciones. Tanto los bravos corredores como los cariñosos “abrazadores” enseñaban fundamentales principios de la verdad.

El Señor habló claramente cuando dijo: “Se fiel y diligente en guardar los mandamientos de Dios, y te estrecharé entre los brazos de mi amor” (D. y C. 6:20).

Todos queremos sentir el consuelo del abrazo del Señor.

Durante Su ministerio, el Salvador contempló con gran compasión mas allá de las imperfecciones físicas y mentales de las personas, y vio el corazón. El ser discípulo implica la sagrada responsabilidad de seguir Su ejemplo, de preocuparnos por los que tienen deficiencias y amarlos. Los discípulos valientes procuran encontrar maneras significativas de extender su alma en el servicio y el amor hacia los demás.

Este consejo del elder Richard G. Scott es preciso:

“… te convertirás en un instrumento por medio del cual el Señor pueda bendecir a otra persona. El Espíritu te hará sentir el interés que el Salvador tiene en ti, y luego la calidez y la fortaleza de Su amor”(“Para ser sanado”, Liahona, julio de 1994, pág. 9).

Nuestra tarea, facilitada por la oración, es reconocer aun las mas pequeñas limitaciones de cada persona que pueda estar sufriendo dolor o desaliento; puede que sea una deficiencia minúscula para aprender, una dislexia o un pequeño impedimento auditivo; pero sin nuestra ayuda, quizás ellos sean incapaces de participar de la bondad del Señor o de disfrutar de la plenitud de la vida.

Toda persona desea sentirse segura en este mundo, que a veces es cruel y competitivo. Todos somos de gran valor, porque somos hijos espirituales de Dios.

María, una jovencita con ciertas deficiencias mentales, que no era miembro de la Iglesia, tenía limitaciones, pero deseaba mucho participar en las actividades de otras jóvenes. Percibiendo sus necesidades, varias Mujeres Jóvenes la invitaron a participar en el “teatro ambulante” del barrio. Se invitó también a la familia a asistir a su actuación. El padre de María quiso saber mas sobre esa religión cuyos miembros se interesaron tanto en su hija que la hicieron participar de sus actividades. Toda la familia abrazó el evangelio y fue bautizada.

Agradezco a todos los atentos amigos, maestros, obispos y a aquellos que se aseguran de que nadie se sienta solo ni fuera de lugar. Siempre existe la necesidad de saber que se forma parte importante de algo. Todos nos mejoramos y elevamos en ese proceso.

La hermana Navarro vive en una pequeña villa del sur de Chile. Tiene el cuerpo afectado por la artritis y sufre considerable dolor al caminar con la ayuda de un bastón. Pero todos los domingo, durante diecinueve años, ha tomado la mano de su hija que tiene un impedimento mental, y ha caminado arrastrando los pies la distancia de mas de tres kilómetros que tiene que recorrer para ir a la Iglesia. Su llamamiento de directora de música en la Sociedad de Socorro significa todo para la querida hermana Navarro. Su deseo de elevar a los demás es como un imán para que, a su vez, le sirvan de ayuda a su hija minusválida.

El Salvador, en Su infinita bondad, permite que todos tengan gozo. “… todo hombre tiene tanto privilegio como cualquier otro, y nadie es excluido” (2 Nefi 26:28). Toda persona tiene dones especiales y todos necesitan contribuir.

Jamie Wheeler es un joven excepcional de dieciséis años. Nació con Síndrome de Down . Tiene un llama miento en cl barrio y ayuda al obispo en tareas importantes; además, participa activamente en el programa Scout. Verdaderamente contribuye y recibe amor y aprecio genuinos.

El profeta José Smith enseño lo siguiente: “Todas las mentes y espíritus que Dios ha enviado al mundo están capacitados para progresar” (Enseñanzas del Profeta José Smith, págs. 438439).

Nuestra vida es bendecida al aprender lecciones de amigos de confianza cuyas deficiencias físicas y humildad invitan al Espíritu. Ellos nos enseñan una nueva dimensión de la fe, el valor, la paciencia, el amor y la dignidad individual.

Cuatro hombres jóvenes con severas incapacidades trabajan en el Templo de Sao Paulo. Cada uno tiene una dificultad diferente, pero todos son una bendición para miles de personas al contribuir al dulce espíritu que se siente dentro de ese hermoso templo. “Recordad que el valor de las almas es grande a la vista de Dios” (D.yC. 18:10).

Mi alma se emociona con profundo amor y aprecio por nuestro hijo mayor, Scott, mentalmente deficiente desde su nacimiento. Su valor y amor han permitido que muchos amigos y todos los miembros de nuestra familia sintamos por medio del Espíritu “el interés que el Salvador tiene … y luego la calidez y la fortaleza de Su amor” (Richard G. Scott, Liahona, julio de 1994, pág. 9).

Agradezco mi compañera eterna, Jan, cuya fe y tierno amor por cada uno de nuestros hijos ha hecho de nuestro hogar un lugar de paz. Ella realmente procura hallar maneras de hacer que cada hijo de Dios se sienta consolado.

Mediten en lo íntimo de su ser los sentimientos del Salvador al expresar El Su amor por cada hijo de Dios:

“… vio que estaban llorando, y lo miraban fijamente, como si le quisieran pedir que permaneciese un poco mas con ellos.

“Y les dijo; He aquí, mis entrañas rebosan de compasión por vosotros.

“¿Tenéis … quienes estén afligidos de manera alguna? Traedlos aquí y yo los sanaré, porque tengo compasión de vosotros …

“… veo que vuestra fe es suficiente para que yo os sane” (3 Nefi 17:5 7).

Ruego que nuestra fe sea suficiente para que cada uno de nosotros pueda sentirse envuelto en los brazos del amor del Salvador. Se que El vive y que nos conoce íntimamente. En el nombre de Jesucristo. Amén.