Cómo ayudar a las Mujeres Jóvenes en la transición a la Sociedad de Socorro

Por Hermana Bonnie L. Oscarson, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes

  • 20 Agosto 2014

Hay muchas maneras para que los líderes y los padres ayuden a las jovencitas a sentirse ansiosas y entusiasmadas por unirse a la Sociedad de Socorro.

Puntos destacados del artículo

  • Hay muchas maneras para que los líderes y los padres ayuden a las jovencitas a sentirse ansiosas y entusiasmadas por unirse a la Sociedad de Socorro.

“A las graduadas que ya han comenzado a asistir a la Sociedad de Socorro o que están a punto de comenzar, acepten esta gran próxima etapa en su vida con gozo”. —Hermana Bonnie L. Oscarson, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes

El graduarse de la escuela secundaria es un logro muy importante para los jóvenes y puede ser una época de incertidumbre y preocupaciones al mirar hacia adelante a la siguiente etapa de sus vidas. Para las jovencitas Santos de los Últimos Días, el avance del programa de las Mujeres Jóvenes a la Sociedad de Socorro, a menudo, parece intimidante y, en ocasiones, da miedo. Las jóvenes que siguen asistiendo al barrio de familia normal, en vez de asistir al barrio de jóvenes adultos, podrían preguntarse: “¿Qué tengo en común con esas mujeres mayores? ¿Pertenezco a la Sociedad de Socorro?”.

La respuesta es un rotundo: “¡Sí! ¡Pertenecen! Y tienen más cosas en común de lo que se imaginan. La Sociedad de Socorro las necesita y son miembros importantes de esta organización de la Iglesia”.

Los padres, los líderes de las Mujeres Jóvenes y los líderes de la Sociedad de Socorro tienen una función importante en ayudar a una jovencita a sentirse entusiasmada y gozosa al pasar a la organización, la cual será una parte importante para el resto de su vida.

Hay muchas maneras para que los líderes y los padres ayuden a las jovencitas a sentirse ansiosas y entusiasmadas por unirse a la Sociedad de Socorro. Puede comenzar mucho antes de que la jovencita llegue a esa edad. La vida y el ejemplo de toda madre deben ser un testimonio viviente de las bendiciones de la Sociedad de Socorro. El cumplir con las asignaciones de la Sociedad de Socorro con un corazón alegre y el hacer participar a sus hijas, en lo posible, cuando sirve a los demás les enseñará uno de los propósitos principales de la Sociedad de Socorro sin decir una palabra. Los líderes de las Mujeres Jóvenes y los padres deben compartir el asombroso relato de la organización de la Sociedad de Socorro con sus jóvenes. La organización de la Sociedad de Socorro ocurrió por medio de la visión de una mujer fuerte e inspirada, bajo la dirección de un Profeta de Dios, y los primeros relatos de esos acontecimientos son asombrosos.

Hay muchas maneras para que los líderes y los padres ayuden a las jovencitas a sentirse ansiosas y entusiasmadas por unirse a la Sociedad de Socorro.

A menudo, los líderes de las Mujeres Jóvenes tienen una enorme influencia en la vida de las jovencitas en sus clases. Sus actitudes con respecto a ser miembros activas de la Sociedad de Socorro pueden tener una gran influencia en cómo se sientan las jóvenes en sus clases al respecto. Pueden compartir experiencias personales que muestren cómo han sido bendecidas o han sido capaces de ser una bendición en la vida de otras personas mediante la participación en la Sociedad de Socorro. Las líderes de las Mujeres Jóvenes deben alentar y ayudar a las que se gradúan del secundario a realizar el avance con gozo en la Sociedad de Socorro cuando llegue el momento, en lugar de tratarlo como algo para tenerle miedo.

Las líderes de la Sociedad de Socorro y los miembros de la clase deben ser amables y darles la bienvenida a todas las hermanas nuevas con los brazos y el corazón abiertos cuando entren en la Sociedad de Socorro por primera vez. Tal como escribió recientemente la hermana Linda K. Burton: “Cuánto deseo que la Sociedad de Socorro sea un lugar seguro y un refugio contra las tormentas de la vida de cada hermana de la Sociedad de Socorro, sin importar su edad, estado civil, cultura o el número de años de actividad o de ser miembro de la Iglesia” (Church News, 11 de julio de 2014).

Hermanas, a medida que esas jovencitas vengan a la Sociedad de Socorro, asegúrense de que tengan una amiga con quien sentarse, un brazo alrededor de sus hombros y la oportunidad de participar en las reuniones. Esas jovencitas traen consigo talentos, dones y un afán de compartir con los demás. Pueden agregar una chispa de entusiasmo a las reuniones de la Sociedad de Socorro cuando se les da la oportunidad. No sólo las hermanas adultas de la clase pueden tener una poderosa influencia en estas hermanas más jóvenes, sino que también ellas pueden ser ejemplos positivos y amorosos a las hermanas mayores. Quienes enseñan las lecciones de la Sociedad de Socorro pueden asegurarse de incluir las preocupaciones y situaciones de todas las edades a medida que estén enseñando. El juntar a las hermanas jóvenes con las hermanas mayores en los análisis de la clase, el hacer las visitas de maestras visitantes y otras oportunidades de servicio pueden también ser una bendición y ayudar a eliminar las barreras de la edad.

A las graduadas que ya han comenzado a asistir a la Sociedad de Socorro o que están a punto de comenzar, acepten esta gran próxima etapa en su vida con gozo. Al mirar alrededor del salón lleno de hermanas de todas las edades en la Sociedad de Socorro, pregúntense lo siguiente: “¿Qué puedo aprender de esas mujeres extraordinarias?”. Al abrir la mente y el corazón, se sorprenderán en las amistades que harán con las hermanas que son mayores que ustedes, pero que tienen mucho que compartir a la manera de experiencia y sabiduría.

En un artículo de la revista Ensign, la hermana Carole L. Clark compartió una actividad en una reunión de la Sociedad de Socorro, donde se le pidió a una joven de 18 años y a una hermana de 81 años que hablaran de sus primeras citas. “Las dos estaban gratamente sorprendidas en aprender las similitudes entre ambas experiencias que tuvieron lugar con décadas de diferencia” (“Knit Together in Love”, Ensign, octubre de 1993).

Les prometo que al hacer el esfuerzo para llegar a conocer a las hermanas de su barrio, bendecirán sus vidas y serán una bendición para ellas. Participen de lleno desde el principio y háganles saber que están listas para ser miembros activas de una de las más antiguas y grandes organizaciones de mujeres en el mundo. Ustedes son una parte esencial de la obra de salvación en los últimos días y como hijas fieles a los convenios del Padre Celestial. Están listas para hacer su parte en edificar el reino de Dios sobre la tierra. Serán una bendición para muchas personas al avanzar en la siguiente etapa emocionante de su vida. Prepárense para experimentar algo maravilloso.