El élder Cook dijo que la Costa de Marfil tenía un “espíritu excepcional”

Por Por R. Scott Lloyd, redactor de Church News

  • 6 Marzo 2013

El élder Quentin L. Cook, del Quórum de los Doce Apóstoles, a la derecha, habla a miles de miembros que se congregaron en Abiyán, Costa de Marfil —una nación de África Occidental que todavía se está recuperando de un conflicto armado que asoló al país durante 2010 y 2011.

Puntos destacados del artículo

  • El élder Quentin L. Cook visitó a los miembros de África Occidental durante un viaje reciente a la Costa de Marfil del 8 al 11 de febrero.
  • Cerca de 10.000 miembros, algunos viajaron a través de fronteras internacionales, asistieron a la conferencia regional.

“Viajamos por doce horas, pero estoy feliz”. —Hermana Virginie Oulai Tongo

El élder Quentin L. Cook, del Quórum de los Doce Apóstoles, viajó a Abiyán, Costa de Marfil, del 8 al 11 de febrero, para visitar a la nación de África Occidental que todavía se está recuperando de un conflicto armado que asoló al país durante 2010 y 2011.

Durante la visita presidió una conferencia de líderes del sacerdocio, llevó a cabo una reunión especial con los miembros e investigadores y visitó a los funcionarios importantes del gobierno.

“Cuando oímos de nuestro obispo que el élder Quentin L. Cook visitaría la Costa de Marfil, estábamos tan agradecidos al Señor porque un apóstol de Dios vendría nuestro país”, dijo Dorothée Anzoua, del Barrio Plateaux 2, Estaca Cocody, Costa de Marfil, indicando cuánto su visita significa para los miembros de la Iglesia. “Hablamos a nuestros hijos sobre la importancia de un apóstol y que él es un mensajero especial de Jesucristo. Cada día nuestros cuatro hijos oraron para el éxito de esta conferencia especial y por la guía del Espíritu Santo para estar preparados para el gran mensaje de Su siervo”.

Acompañaron al élder Cook el élder L. Whitney Clayton, de la Presidencia de los Setenta, el élder John B. Dickson, de los Setenta, y el élder Joseph W. Sitati, de los Setenta, quien es el primer consejero de la Presidencia del Área África Oeste. Estuvieron acompañados por sus respectivas esposas, la hermana Mary Cook, la hermana Kathy Clayton, la hermana Delores Dickson y la Hermana Gladys Sitati.

El élder Norbert K. Ounleu, Setenta de Área, que vive en Abiyán dirigió la conferencia para líderes del sacerdocio y la reunión de miembros e investigadores.

La asistencia de los miembros e investigadores en la conferencia especial fue impresionante, 4.467 vinieron a la primera sesión y 5.226 a la segunda, para una asistencia total de 9.693. De este número, 619 aún no son miembros de la Iglesia, demostrando así el entusiasmo misional de los 19.000 miembros de la Iglesia en la Costa de Marfil.

Aunque impresionante, las cifras por sí solas no dicen tanto acerca de lo que significó este fin de semana para los miembros, como sus fervientes oraciones, la preparación espiritual y el sacrificio que hicieron.

Virginie Oulai Tongo, de la Rama Meagui, a 300 kilómetros (205 millas) de Abiyán, dijo a que su familia había ahorrado dinero para ir y ver a un apóstol. “Viajamos por doce horas, pero estoy feliz”, dijo ella.

Eugene Engmann, registrador del Templo de Accra, Ghana, habló acerca de la intensidad de la devoción al Evangelio de los santos marfileños. Algunos de los países han sufrido la devastación que ha ocurrido en la Costa de Marfil en los últimos años. La crisis económica mundial de la década de mediados de 1980 ha afectado severamente a este país. A esto le siguieron conflictos, un golpe de estado militar, rebeliones y dos guerras civiles que sometieron a las personas a una terrible privación y sufrimiento. “Lo que ellos sufrieron”, dijo el hermano Engmann, “los ha preparado para reconocer que su única esperanza reside en el Evangelio y que es la mayor bendición que tienen en esta vida”.

En 1984 había sólo una familia de miembros de la Iglesia que tuvo residencia permanente en la Costa de Marfil. Ese mismo año, un par de miembros en Alemania, Philippe Assard y su esposa, Annelies, tuvieron la impresión de dejar la vida cómoda que vivían y volver a la patria del hermano Assard en la Costa de Marfil para ayudar a la Iglesia a empezar allí.

Las semillas que ellos plantaron han producido mucho fruto. El élder Marvin J. Ashton, de los Doce, viajó a la Costa de Marfil en 1987 y dedicó esa tierra para la predicación del Evangelio. Al año siguiente llegaron los primeros misioneros. Se organizó la primera estaca en 1997. Ahora hay cinco estacas.

En años recientes, la fidelidad de los santos de la Costa de Marfil se ha manifestado particularmente en su historia familiar y la obra del templo. Tres de las cinco estacas de la Costa de Marfil están entre las primeras 25 en la Iglesia en el porcentaje de adultos que han enviado nombres de familiares para las ordenanzas del templo durante el año 2012. De todas las estacas de la Iglesia, la Estaca Cocody tiene el mayor porcentaje de adultos que en diversas ocasiones han enviado nombres para la obra del templo.

Los jóvenes también están haciendo su parte al participar en el programa de indexación de los registros mundiales de la Iglesia. El porcentaje de jóvenes en la Costa de Marfil que realiza la obra de indexación es dos veces más que el promedio de la Iglesia, a pesar del hecho de que prácticamente ninguno de ellos tiene acceso personal a una computadora e internet, sino que tienen que ir a un centro de historia familiar de estaca para hacer la obra.

En sus discursos en la sesión del domingo, el élder Cook y el élder Clayton han instado a los santos a avanzar en cuatro áreas principales: aumentar su fe en el Señor Jesucristo, fortalecer a sus familias, compartir el Evangelio activamente con los demás y continuar su increíble historia familiar y sus esfuerzos en la obra del templo.

 

El élder Quentin L. Cook, del Quórum de los Doce Apóstoles, habló a miles de miembros que se congregaron en Abiyán, Costa de Marfil—una nación de África Occidental que todavía se está recuperando de un conflicto armado durante 2010 y 2011.