El élder Bednar dice que la Iglesia crece de manera constante en el Área Europa Este

Por Por Gerry Avant, editor de Church News

  • 12 Junio 2014

La hermana Susan Bednar ayuda a cortar la cinta que marca la finalización de un proyecto de abastecimiento de agua, patrocinado por la Iglesia en el pueblo armenio Hovatashen el 29 de mayo de 2014.

“Es una fortaleza incesante para mi propia fe ver cómo el evangelio restaurado de Jesucristo influye a las personas para bien, ya sean de Montana, Madrid o Mongolia”. —Élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce

Al regresar de asignaciones al Área Europa Este, un Apóstol, un Setenta y un Consejero del Obispado Presidente reafirmaron que el evangelio de Jesucristo une a pueblos de todos los orígenes, culturas e idiomas.

El élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, el élder Ronald A. Rasband, de la Presidencia de los Setenta, y el Obispo Presidente viajaron al Área Europa Este desde el 22 de mayo al 2 de junio.Gérald Caussé Entre sus responsabilidades estaban una revisión de Área, dos conferencias de líderes del sacerdocio, conferencias de estaca y de distrito, y reuniones con miembros y misioneros.

El élder Bednar, el élder Rasband y el obispo Caussé estuvieron juntos para la revisión del Área Europa Este, que se llevó a cabo en Moscú, Rusia, el 23 de mayo, y después se separaron para ir a varias otras reuniones en el Área.

El élder Larry R. Lawrence, de los Setenta, y el Presidente del Área Europa Este y sus consejeros, el élder Randall K. Bennett, de los Setenta, y el élder Gvido Senkans, Setenta de Área, participaron en la revisión de Área y en otras reuniones.

El élder Bednar, quien viajaba con su esposa, la hermana Susan K. Bednar, también estuvo en Yereván, Armenia, así como en Riga, Letonia.

Durante un viaje reciente al Área Europa Este, el élder Bednar presidió una conferencia de líderes del sacerdocio en Riga, Letonia, más arriba.

“Lo fascinante de la conferencia de líderes del sacerdocio en Riga es que participamos en una transmisión vía internet, que se originaba en Letonia, y que incluyó a hermanos de Armenia, Bulgaria, Bielorrusia, Estonia, Lituania, Ucrania, Turquía, y la parte occidental de Rusia, hasta el Océano Pacífico. Esta conferencia histórica se tradujo en nueve idiomas en 10 husos horarios diferentes”.

El élder Bednar indicó que las preguntas de los líderes del sacerdocio reflejaron un “núcleo común de las cosas que preocupan a los líderes del sacerdocio en todas partes: ¿Cómo podemos ayudar a nuestra familia a desarrollar la espiritualidad? ¿Cómo ayudamos a las familias y a las personas en los barrios y ramas, estacas y distritos? ¿Cómo ayudamos a los hombres y a las mujeres a convertirse más profundamente al Salvador? ¿Cómo ayudamos a los jóvenes en un mundo que se está volviendo cada vez más inicuo, donde hay tantas voces tentadoras? ¿Cómo ayudamos a los jóvenes a permanecer valientes y fuertes?

Mientras estaban en Armenia, el élder y la hermana Bednar fueron al pequeño poblado de Hovatashen, donde participaron en un evento que marcaba la finalización de un proyecto de abastecimiento de agua patrocinado por la Iglesia. La hermana Bednar cortó la cinta durante la ceremonia, el alcalde del poblado y un granjero dirigieron la palabra, y una mujer declaró su agradecimiento de no tener que pasar tanto tiempo llevando agua a su casa.

Niños posan tras la ceremonia en Hovastashen, Armenia, el 29 de mayo de 2014, marcando la finalización de un proyecto de abastecimiento de agua patrocinado por la Iglesia.

El élder Bednar reflexionó en cuanto a la oportunidad de conocer y dirigir la palabra a miembros y a investigadores del Evangelio en muchos países. “Pienso que asumimos que las personas de diferentes tierras y culturas, que hablan idiomas diferentes, son diferentes. Lo que he observado es que las personas son más bien iguales. Los esposos aman a su esposa, y las esposas aman a su esposo. Los padres aman a sus hijos y desean proveer una vida mejor para ellos. Creo que somos más parecidos que diferentes.

“Es una fortaleza incesante para mi propia fe ver cómo el evangelio restaurado de Jesucristo influye a las personas para bien, ya sean de Montana, Madrid o Mongolia. ¿Qué sistema de creencias que forme la mente humana podría lograr eso? No es posible. Sólo la verdad de Dios tiene ese impacto en las personas de lugares tan diferentes en todo el mundo. Es increíble verlo…

El élder Ronald A. Rasband, sentado a la derecha, preside la reunión para los misioneros. Hay doce élderes jóvenes y cuatro parejas de misioneros que sirven en el país de 86 millones de habitantes.

“Ya sea que ministren entre las personas de Sudamérica, Asia, el Área Europa Este, o en otras áreas del mundo, ofrecemos nuestro testimonio de la importancia de la fe en el Salvador y las bendiciones de Su expiación.

“La Iglesia en estos países de Europa del Este crece constantemente, no de manera rápida como ocurre en otras Áreas, pero éstos son Santos de los Últimos Días fieles, leales y valientes. Viven su religión en circunstancias muy impredecibles”.

El élder Rasband, quien viajaba con su esposa, la hermana Melanie T. Rasband, tuvo asignaciones que lo llevaron a Letonia, Lituania y Turquía, así como a Moscú y Samara, Rusia.

Al reflexionar en sus viajes, habló de cómo el Evangelio unifica a las personas.

Dijo que cuando la Iglesia quitó a los misioneros recientemente de la región de Donetsk, en Ucrania, los élderes y las hermanas asignaron a todos sus investigadores a los miembros locales. “Mientras nos encontrábamos allí (en el Área Europa Este), los miembros bautizaron a tres de esos investigadores. Eso indica que la obra sigue adelante, aunque los misioneros habían sido evacuados debido al tumulto en la región”.

El élder Rasband habló de una conferencia multi rama en Samara. “Me preguntaba cómo sería la tensión entre Rusia y Ucrania en el centro de Rusia… Entonces un humilde hombre ruso ofreció la primera oración, en esencia diciendo: ‘Padre Celestial, oramos por nuestros hermanos en Ucrania. Oramos para que sean bendecidos con paz y felicidad, que sepan que sus hermanos y hermanas de aquí, en Rusia, se preocupan por ellos y están orando por ellos’.

La hermana Melanie Rasband, en el centro, posa para una foto con una familia de miembros de la Iglesia después de que ella y su esposo, el élder Ronald A. Rasband, asistieron a una reunión en Estambul, Turquía.

“Ése es el espíritu de lo que todos debemos ser. Somos una Iglesia, una fe, un Señor, un bautismo. No estamos limitados por barreras políticas”.

En Turquía, el élder Rasband habló a los miembros de las ramas de Ankara y Estambul.

“En las congregaciones se encontraban iraníes, iraquíes, turcos, expatriados (personas de muchas situaciones y culturas). La Escritura que me seguía acudiendo a la mente era la epístola de Pablo a los santos en Éfeso: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos con los santos, y miembros de la familia de Dios; edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios 2:19-20).

Mientras estaba en Turquía, el élder Ronald A. Rasband y otras personas hicieron una breve visita a Éfeso, donde el apóstol Pablo enseñó a los miembros de la Iglesia en sus comienzos.

Éfeso era una ciudad próspera cuando el apóstol Pablo visitó y enseñó a los santos durante los comienzos de la era cristiana.

El élder Rasband dijo que la Iglesia se ha vuelto a presentar en Turquía durante los últimos dos años. “Éste es un país de 86 millones de personas. Tenemos doce jóvenes misioneros —seis en Ankara y seis en Estambul— y cuatro parejas que sirven en Turquía”.

El obispo Caussé, quien viajaba con su esposa, la hermana Valérie Caussé, dijo que un tema que se repite en los mensajes que él y otras Autoridades Generales ofrecen es que la condición de miembro de la Iglesia trasciende las diferencias. “Al entrar en el redil de Cristo, todos llegamos a ser hermanos y hermanas iguales”, dijo él.

Sus asignaciones lo llevaron a Riga, Letonia; Moscú, Yekaterinburgo y San Petersburgo, Rusia y Tallin, Estonia.

El obispo Caussé dijo que le impresionó la fe resistente de los miembros de la Iglesia del Área. “Viven en países donde son una minoría pequeña. Su fe y su disposición a compartir el Evangelio con otras personas es muy impresionante”.

Como ejemplo, describió la reunión de miembros de Tallin, Estonia, como “sentirse como en una noche de hogar. Había un fuerte espíritu allí. El vínculo entre los miembros y los misioneros era sorprendente. Los misioneros conocían a todos los miembros. Hay mucho trabajo en equipo”.

La misión que embarca Estonia cubre tres países Bálticos y Bielorrusia, y tiene cuatro idiomas: lituano, letón, estonio y ruso. “Es curioso cómo resuelven diferencias de culturas, idiomas y circunstancias dentro de la familia de la Iglesia”, dijo él. “Cuando se llega allí, se tiene una hermosa visión de cómo el Evangelio va más allá de las fronteras para realmente unir a los pueblos”.