“El cojo andará”: La Iglesia trabaja conjuntamente con una compañía de prótesis en Indonesia

Por Por el élder Kent y la hermana Linda Smith, Asuntos Públicos del Área Asia, Misión Singapur

  • 30 Agosto 2012

Sakthivel le explica a Tumiyem y a su hija Heni por medio del intérprete, Lilik Setiyawan, la importancia de caminar con su nueva pierna artificial por lo menos dos horas cada día.  Foto por el élder Kent Smith.

Puntos destacados del artículo

  • La Iglesia trabajará en conjunto con una compañía de prótesis en Yakarta, Indonesia, para proporcionar miembros artificiales a quienes lo necesiten.
  • El 7 de agosto de 2012 se evaluaron las necesidades de más de 50 pacientes y se les tomaron medidas para los nuevos miembros artificiales.
  • Cada paciente puede regresar para los ajustes y modificaciones adicionales que precisen a fin de lograr que el miembro artificial se adapte perfectamente.

“Estoy entusiasmada por poder caminar por mí misma para cuidar a mi hija Nita, de tres años de edad”. —Ruwet Pajahgan, nacida sin pies

Yogjakarta, Indonesia, cerca del volcán activo del monte Merapi, ha experimentado mucha tragedia en su vida. Los terremotos y erupciones volcánicas que ocurren periódicamente han producido a sus residentes a veces terror y lesiones graves. Sin embargo, a principios de agosto, hubo dos días que representaron un grado de curación para más de 100 personas que perdieron sus extremidades como resultado de un terremoto, un accidente o incluso por haber nacido sin ellas.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha iniciado una colaboración con Yayasan Peduli Tuna Daksa (el Centro de Yacarta de aparatos ortopédicos y prótesis, conocido como Extremidades para los cojos) en Yakarta, Indonesia, en un programa para proporcionar miembros artificiales a aquellos que lo necesiten en la ciudad de Yogjakarta y sus alrededores. Los miembros artificiales son fabricados por profesionales en Yayasan y el proyecto está auspiciado por la Iglesia y coordinado por los misioneros de bienestar Russell y Eileen Healy.

El 7 de agosto de 2012 en el edificio Mandiri Craft en Yogjakarta, se evaluaron las necesidades de más de 50 pacientes y se les tomaron medidas para nuevos miembros artificiales. Técnicos expertos más tarde hicieron moldes de yeso de las partes ya existentes de las piernas. Estas medidas y moldes se utilizarán para fabricar las piernas artificiales. En un mes, los técnicos volverán con las extremidades terminadas.

Cada paciente recibió un número de identificación que monitoriza desde la toma de medidas inicial y el proceso para hacer el molde hasta la adaptación de la prótesis y su correspondiente seguimiento. Cada paciente puede regresar para los ajustes y modificaciones adicionales que precisen a fin de lograr que el miembro artificial se adapte perfectamente.

Martosibono, quien vino para que le tomaran medidas para una pierna nueva, iba acompañada de su hijo Abadi y de sus nietos Ravi y Devan, se encontraba en un edificio durante un terremoto en 2006. “El techo cayó y me dejó atrapada por mucho tiempo”, explicó. “Mi pierna quedó dañada y tuvieron que amputarla”. Ahora, su nueva pierna le traerá nueva esperanza.

“Mi padre y mi madre me llevaban todos los días a la escuela debido a que nací sin pies”, explicó Ruwet Pajahgan de 30 años de edad. “Estoy entusiasmada por poder caminar por mí misma para cuidar a mi hija Nita, de tres años de edad.

Se dedicó el día 8 de agosto para adaptar correctamente las nuevas piernas artificiales a más de 50 personas, a quienes se les habían tomado las medidas el mes anterior. Fue un momento muy emocionante al ver las sonrisas de los pacientes y de sus familiares cuando cada paciente dio los primeros pasos con el nuevo miembro artificial. Para todos ellos, la vida nunca será la misma.

Kemijo era granjero antes de que perdiera una pierna como resultado de un accidente de motocicleta. “Ahora no puedo ser granjero”, dijo él, “pero quiero volver a serlo si puedo lograrlo con mi nueva pierna. Si eso no es posible, aprenderé a hacer artesanías”. Él mira hacia el futuro con un nuevo optimismo.

Tumiyem necesitaba una pierna artificial, dado que perdió la suya a causa de una grave caída hace 20 años, cuando ella estaba tomando una ducha en una instalación al aire libre cerca de su casa. Estuvo en el hospital durante tres meses y fue necesario amputarle la pierna.

Sakthivel Kathirvel, el técnico biomédico que dirige el proyecto para Yayasan, está muy dedicado a su oficio. Su relación con las personas con discapacidad las relaja y hace posible que les tome medidas y haga los moldes con poca resistencia por parte de sus pacientes.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está complacida por la oportunidad de cooperar con Yayasan Peduli Tuna Daksa para hacer posible que los cojos caminen.