Responsabilidades del presidente de estaca para con los jóvenes adultos solteros


La Primera Presidencia ha pedido que los presidentes de estaca adquieran "una mayor responsabilidad por todos los jóvenes adultos solteros que vivan dentro de sus unidades. Se deben esforzar por determinar, localizar y asumir la responsabilidad de cuidar de dichos jóvenes adultos solteros" (Carta de la Primera Presidencia, 10 de abril de 2009; véase también Carta de la Primera Presidencia, 3 de octubre de 2006).

En el Manual 2: Administración de la Iglesia se sugiere que el presidente de estaca tiene dos papeles básicos con respecto a asumir la responsabilidad de velar por los jóvenes adultos solteros:

  • Primero, enseñar principios correctos a los líderes en cuanto a identificar y localizar a las personas y hacer responsables a los líderes asignados, en particular a nivel de barrio o rama, de ministrar (o velar) a los jóvenes adultos solteros de forma individual. Se aconseja que normalmente se comience fortaleciendo a los jóvenes adultos solteros activos y luego se les organice para que inviten a sus compañeros menos activos a regresar a la actividad plena (véase el Manual 2, 16.3.5, "Encontrar e invitar").
  • Segundo, designar y sentarse en consejo con los líderes para abordar la organización de programas y actividades que satisfagan las necesidades y los intereses de los jóvenes adultos solteros de su estaca y que los ayuden a relacionarse entre sí. "Un propósito fundamental de estas actividades es ayudar a los jóvenes adultos solteros a buscar cónyuge, prepararse para casarse en el templo y criar familias rectas" (Manual 2, 16.2, párrafo 3; negrita agregada).

Estas dos facetas se analizan con más detalle a continuación.

1. Enseñar a los líderes de barrio cómo ministrar a los jóvenes adultos solteros de forma individual, y responsabilizarlos por ello.

Al capacitar a los líderes del barrio y hacerles un seguimiento en cuanto a los roles que tienen con los jóvenes adultos solteros, considere los siguientes puntos:

  • En sus entrevistas con el obispo, pídales informes regulares sobre "el progreso de los jóvenes adultos solteros" (véase el Manual 2, 16.3.1, párrafo 2). Tal vez quiera hacer lo mismo en sus entrevistas con los presidentes de quórum de élderes.
  • En sus entrevistas con la presidenta de la Sociedad de Socorro de la estaca, podría preguntarle en cuanto a capacitar a la presidencias de la Sociedad de Socorro de los barrios con respecto a sus responsabilidades de buscar a las jóvenes adultas solteras de forma individual. Lea más sobre el papel de las presidencias de la Sociedad de Socorro con respecto a cuidar de las jóvenes adultas solteras.
  • Invite a cada obispo a trabajar con su consejo de barrio para adaptar los programas y las actividades aprobados (véase el Manual 2, 16.3.5) para satisfacer las necesidades de los jóvenes adultos solteros. Aprenda más sobre cómo el obispo de un barrio convencional organiza a los líderes para que sirvan a los jóvenes adultos solteros, en el Manual 2, 16.3.3.
  • Familiarícese con los nuevos campos del Informe trimestral que piden un rendimiento de cuentas de la asistencia de los jóvenes adultos solteros a las reuniones dominicales del quórum de élderes y de la Sociedad de Socorro; lea más en Cómo usar el Informe trimestral. Tal vez desee utilizar dicho informe con regularidad en sus entrevistas con obispos, presidentes de quórum de élderes y la presidenta de la Sociedad de Socorro de estaca.

2. Organizar oportunidades para que los jóvenes adultos solteros se relacionen entre sí para aprender y vivir el Evangelio.

La presidencia de estaca tiene un papel particularmente importante en establecer el marco para que los jóvenes adultos solteros participen en la Iglesia. En muchas estacas, la mejor manera de ayudar a los jóvenes adultos solteros a que se conozcan es organizando actividades de servicio, actividades sociales y de aprendizaje del Evangelio (véase el Manual 2, 16.3.1, párrafo 1). Estas actividades podrían llevarse a cabo a nivel de estaca, barrio, en una combinación de barrios o incluso a nivel multiestaca (véase el Manual 2, 13.3.1 y 16.3.6). El Manual 2 le da la flexibilidad de crear un programa que satisfaga la situación especial de su estaca (véase el Manual 2, 16.3.1, párrafo 4, y 16.3.5).

Organización a nivel de estaca. Asigne a uno de sus consejeros y a un miembro del sumo consejo para supervisar la labor de los jóvenes adultos solteros de su unidad (véase el Manual 2, 16.3.1). El consejero y el miembro del sumo consejo pueden recomendar que se organice un comité de jóvenes adultos solteros de estaca (véase el Manual 2, 16.3.2).

Organización a nivel de barrio. La mayoría de los jóvenes adultos solteros viven en barrios convencionales de familias. También puede recomendar la organización de un barrio o una rama de jóvenes adultos solteros (véase el Manual 1, 9.1.6 y el Manual 2, 16.3.1, párrafo 5). Vea una página que compara estas dos configuraciones organizativas. Para ayudarle a decidir si debe organizar un barrio o una rama de jóvenes adultos solteros, considere los siguientes factores:

  • ¿Son suficientes los jóvenes adultos solteros que viven cerca el uno del otro (con adecuado transporte) y con suficiente interés como para formar un barrio o rama de jóvenes adultos solteros?
  • ¿Son las edades y los intereses de los jóvenes adultos solteros suficientemente similares para que la asociación entre ellos sea adecuada?
  • ¿Hay suficientes líderes del sacerdocio dignos y casados en la estaca que trabajarían bien con los jóvenes adultos solteros para formar un obispado?
  • Tal vez desee seleccionar unos líderes de estaca (por ejemplo, miembros de un comité de jóvenes adultos solteros; véase el Manual 2, 16.3.2) para analizar el asunto y presentarles una recomendación.
  • Quizás también desee consultar con los obispos de los barrios convencionales con respecto a esta decisión.