Antes de planificar una actividad, los líderes jóvenes y adultos consideran las necesidades espirituales y temporales de los miembros a quienes se invita a participar, y buscan la guía del Espíritu para determinar qué tipo de actividad serviría para satisfacer esas necesidades.null
Planee la actividad de acuerdo con las necesidades.
Considere utilizar el Plan detallado de servicio y actividades o el Plan de eventos y actividades para guiar sus esfuerzos.
Tenga en cuenta las pautas de seguridad al planificar la actividad.
Prepárese para repasar con los participantes la información de seguridad necesaria para este evento o actividad.
Planifique llevar a cabo un “Momento de seguridad” según sea necesario antes, durante, o después de la actividad.
Tenga en cuenta las necesidades de los participantes.
Las actividades deben ser adecuadas para la edad, la capacidad y la madurez de los participantes.
Todos los participantes deben tener la oportunidad de desarrollar las habilidades necesarias para participar de manera segura.
Considere los factores de riesgo de las personas, incluyendo el nivel de aptitud física, problemas médicos, alergias alimentarias o limitaciones físicas. Incluya opciones para personas con necesidades específicas.
Obtenga los permisos necesarios.
Informe a los padres sobre las actividades planificadas.
Si las actividades incluyen pasar la noche, viajar fuera del área local o riesgos superiores a los normales, los padres deben llenar y firmar el Formulario de permiso y autorización para dar atención médica.
Obtenga la aprobación del obispado o de la presidencia de estaca para las actividades que incluyan pasar la noche o viajar fuera del área local.
Si fuera necesario, obtenga un certificado de póliza de seguros para las instalaciones, la propiedad o el lugar donde se llevará a cabo la actividad.
Si fuera necesario, obtenga los permisos pertinentes de personas privadas o entidades gubernamentales.
Proporcione una supervisión adecuada y activa.
Considere el tamaño del grupo, el nivel de habilidad de los participantes y el grado de desafío al determinar el número total de adultos necesarios para supervisar la actividad. Proporcione un mínimo de dos adultos para cada actividad.
Fomente el uso del sistema de compañeros. Organice a los jóvenes por parejas para ayudarlos a cuidarse el uno al otro.
Todos los adultos que participen en actividades para niños y jóvenes deben completar la capacitación sobre cómo proteger a los niños y jóvenes (ProtectingChildren.ChurchofJesusChrist.org) antes de la actividad.
Los líderes deben evitar situaciones de interacción individual con los jóvenes, a menos que tanto el líder como el joven estén claramente a la vista de líderes adultos que estén cerca.
Siempre que sea posible, un adulto no debe estar solo con un joven en un vehículo.
Evalúe las necesidades de capacitación, certificación o pericia.
Si las actividades se llevan a cabo a determinada distancia de los servicios de emergencia, considere si se necesita que acompañen al grupo personas capacitadas en primeros auxilios, reanimación cardiopulmonar (RCP) o primeros auxilios avanzados.
Actividades tales como un recorrido de desafíos, tirolina, descenso en balsa en aguas rápidas, escalada, rápel, natación o tiro pueden presentar riesgos más altos que los normales para los participantes. Para minimizar la exposición a enfermedades o lesiones durante tales actividades, considere si deben acompañar al grupo personas con la formación y la acreditación pertinentes, o guías profesionales.
Los lugares de las actividades, las instalaciones y el equipo deben cumplir con las normas establecidas por las asociaciones u organizaciones reconocidas a nivel nacional que prestan servicio a los jóvenes.
Considere los requisitos de viaje.
Los participantes no deben viajar largas distancias (más de unas pocas horas) para participar en las actividades.
Cuando los participantes viajan en vehículos particulares de pasajeros, cada persona debe usar un cinturón de seguridad.
Los conductores deben poseer una licencia, deben ser adultos responsables y cada vehículo debe contar con un seguro razonable.
Los conductores no deben participar en conductas que los distraigan mientras conducen.
Siga las pautas de seguridad de los equipos.
Proporcione y utilice los equipos adecuados para cada actividad, tales como cascos, guantes, cuerdas, gafas de seguridad o dispositivos de flotación personal (PFD, por sus siglas en inglés).
Si se utilizan herramientas y equipos manuales, eléctricos o de otro tipo, utilícelos de acuerdo con las recomendaciones del fabricante y la normativa local o nacional.
Revise los planes de emergencia y comunicación.
Según sea apropiado, repase los procedimientos de emergencia con los líderes de la actividad, incluyendo cómo responder si se encuentran con climas extremos u otras emergencias típicas de la zona.
Si la actividad depende del clima, considere tener el equipo adecuado y un plan de respaldo.
Identifique la información de contacto de los servicios de emergencia local que se encuentren cerca de donde se lleve a cabo la actividad (policía, bomberos, el centro médico más cercano o ambulancia) y proporciónesela a los líderes de la actividad para que la tengan fácilmente a la mano.
En áreas de comunicación limitada, considere cómo ponerse en contacto con los servicios de emergencia.
“Y mirad que se hagan todas estas cosas con prudencia y orden […]. Y además, conviene que sea[mos] diligente[s], para que así gane[mos] el galardón; por tanto, todas las cosas deben hacerse en orden” (Mosíah 4:27).