Conmemoración del 170º aniversario de la Sociedad de Socorro: Sugerencias


Organice y anime a las hermanas a participar en una experiencia del templo o de la obra de historia familiar

templo

“En los templos, los miembros de la Iglesia reciben ordenanzas y hacen convenios sagrados que son esenciales para la exaltación. Los miembros de la Iglesia también van a los templos a efectuar ordenanzas a favor de personas fallecidas que no han recibido las ordenanzas” (Manual 2, 5.4).

Se anima a los miembros a:

  • “Recibir sus propias ordenanzas del templo y a ayudar a sus familiares más cercanos a que reciban las suyas”.
  • Saber “que el propósito de la investidura es prepararse para la exaltación, y no sólo prepararse para el matrimonio o la misión”.
  • “Tener una recomendación vigente para el templo y a ir al templo con la frecuencia que las circunstancias y las necesidades familiares lo permitan”.
  • Ayudar a “los adultos que no han sido investidos y a los jóvenes de 12 años en adelante, incluso a los miembros nuevos, a tener recomendaciones de uso limitado para ir al templo con frecuencia para ser bautizados y confirmados por los muertos”.
  • “Participar en la obra de historia familiar al buscar los nombres de sus antepasados, al solicitar las ordenanzas del templo para ellos, si fuera necesario, y al efectuar ellos mismos dichas ordenanzas en el templo, si fuera posible”. (Véase Manual 2, 5.4.)

De Hijas en Mi reino

“Sarah M. Kimball y Margaret Cook… querían ayudar a preparar un templo para el pueblo. Bajo la inspiración y la guía de un profeta y de otros líderes del sacerdocio, ellas y sus hermanas, al final, contribuyeron a preparar un pueblo para el templo. Dicha obra continúa hoy en día. Guiadas por los principios que José Smith enseñó, las hermanas de la Sociedad de Socorro trabajan juntas para preparar a las mujeres y a sus familias para las bendiciones supremas de Dios” (Hijas en Mi reino, pág. 29).

La preparación para entrar en el templo

  • Creer en nuestro Padre Celestial, en Jesucristo y en el Espíritu Santo.
  • Cultivar un testimonio de la expiación de Jesucristo y del Evangelio restaurado.
  • Sostener y seguir al profeta viviente.
  • Reunir los requisitos para obtener la recomendación para el templo al ser moralmente limpias, guardar la Palabra de Sabiduría, pagar un diezmo íntegro y vivir en armonía con las enseñanzas de la Iglesia.
  • Dar de nuestro tiempo, talentos y medios para ayudar a edificar el reino del Señor.
  • Participar en la obra de historia familiar.
  • Ser enseñable y reverente.
  • Vestir con modestia y cuidar nuestro aspecto personal. (Véase Hijas en Mi reino, pág. 24.)

“Las mujeres Santos de los Últimos Días, firmes en su fe y testimonio, han recibido verdaderamente ‘el encargo de los ángeles’. El élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó: ‘Toda hermana de esta Iglesia que haya hecho convenios con el Señor tiene el mandato divino de ayudar a salvar almas, de guiar a las mujeres del mundo, de fortalecer los hogares de Sión y de edificar el reino de Dios’”, Hijas en Mi reino, pág. 28).


Anime a las hermanas a llevar a una persona a la actividad en la Iglesia o a compartir el Evangelio con alguien

hermanas

“Aquellos que regresan a la actividad suelen hacerlo cuando ven que les falta algo en la vida. En consecuencia, se dan cuenta de que tienen que hacer cambios en su manera de vivir. En momentos como esos, necesitan el amor y la amistad de miembros de la Iglesia bondadosos y activos que los acepten como son y que demuestren un interés sincero y personal por ellos” (Manual 2, 5.3).

De Hijas en Mi reino

“El presidente Kimball enseñó: ‘Hay muchas hermanas que están viviendo en harapos; harapos espirituales. Tienen derecho a túnicas maravillosas, túnicas espirituales… Es el privilegio [de las maestras visitantes] ir a esos hogares y cambiar esos harapos por túnicas… Ustedes van a salvar almas, y quién podría decir cuántas de las buenas personas que actualmente son activas en la Iglesia lo son a causa de que ustedes estuvieron en sus hogares y les brindaron una nueva perspectiva, una nueva comprensión; lograron que recibieran revelación y extendieron sus horizontes… Como ven, no están salvando únicamente a hermanas sino quizás también a esposos y hogares’” (Hijas en Mi reino, pág. 132).

“Nada tiene mayor efecto en una persona para inducirla a abandonar el pecado que llevarla de la mano y velar por ella con ternura” (Hijas en Mi reino, página 27).


Anime a cada hermana a leer y estudiar Hijas en Mi reino: La historia y la obra de la Sociedad de Socorro

Libro Hijas en Mi reino
De Hijas en Mi reino

“Les instamos a estudiar este libro y a permitir que sus imperecederas verdades e inspiradores ejemplos surtan una influencia en sus vidas” (“Mensaje de la Primera Presidencia”, en Hijas en Mi reino, pág. IX).

“El presidente Spencer W. Kimball, duodécimo Presidente de la Iglesia, dijo: ‘Nos consta que las mujeres que sienten un profundo aprecio por el pasado, se preocuparán por forjar un futuro justo’. El estudio de este libro puede ayudar a las mujeres a aumentar su aprecio por el pasado y la comprensión de su legado espiritual” (Hijas en Mi reino, pág. XII).

“A medida que las hermanas aprendan de la historia de la Sociedad de Socorro, quizás descubran ejemplos, expresiones y principios que tendrán un significado especial para ellas. Inspiradas por dichos hallazgos y por las enseñanzas de los profetas antiguos y de los últimos días, podrán procurar y recibir revelación personal, y actuar de acuerdo con ella. Podrán recibir guía a medida que se esfuercen por llegar a ser las personas que el Señor desea que lleguen a ser, y al hacer lo que Él desearía que hicieran” (Hijas en Mi reino, pág. XIII).


Invite a las hermanas a compartir sus testimonios

mujeres
De Hijas en Mi reino

“Hoy día, las hermanas de la Sociedad de Socorro siguen el modelo establecido por la hermana Snow, la hermana Richards y otras hermanas miembros de la Sociedad de Socorro en sus inicios. Ellas buscan conocimiento del Evangelio con diligencia y luego lo comparten con los demás…

“El presidente Kimball testificó que las hermanas de la Sociedad de Socorro llegarán a ser una potente influencia para bien en ‘las buenas mujeres del mundo’ conforme ‘[reflejen] rectitud y [sepan] expresarse bien’…

“Al expresar sus creencias por medio de palabras y hechos, las hermanas pueden fortalecer mutuamente su fe en nuestro Padre Celestial y en Jesucristo; pueden ayudarse unas a otras a prepararse para recibir todas las bendiciones disponibles en el plan de felicidad de nuestro Padre Celestial” (Hijas en Mi reino, págs. 57-58).


Invite a los barrios y las ramas a enviar la historia de su Sociedad de Socorro

El secretario de barrio o rama recogerá esta historia con fines históricos y para ser usada únicamente en la unidad local.


Anime a las hermanas a crear composiciones de música originales, poesía, literatura, teatro, baile y otras obras artísticas para conmemorar el aniversario

historia

Uno de los propósitos de las actividades de la Iglesia es “celebrar ocasiones especiales y conmemorar eventos históricos locales o de la Iglesia” (Manual 2, 13.1).

“Una manera de fomentar la participación es hacer que los miembros utilicen sus dones, habilidades y talentos en la actividad” (Manual 2, 13.2.3)

“Las actividades de artes culturales proporcionan oportunidades para que los miembros desarrollen sus talentos e intereses… Podrían incluir espectáculos de talentos o actuaciones de baile, música y drama. También podrían incluir la celebración de historia de la Iglesia a nivel local o general” (Manual 2, 13.2.6).


Organice actividades de servicio de la Sociedad de Socorro en la comunidad

servicio

Se insta a los miembros de la Iglesia a brindar servicio caritativo personalmente a los que tengan alguna necesidad. Deben estar “anhelosamente consagrados a una causa buena”, y prestar servicio sin que se les pida o se les asigne hacerlo (véase D. y C. 58:26–27).

“Algunas de las oportunidades de cuidar a los necesitados se reciben por medio de los llamamientos de la Iglesia. Otras oportunidades se hallan en el hogar, los vecindarios y las comunidades de los miembros” (Manual 2, 6.1.2).

De Hijas en Mi reino

“‘La caridad nunca deja de ser’. Esas seis palabras abarcaban el mandato que el profeta José Smith había dado a las hermanas de la Sociedad de Socorro de ‘socorrer al pobre’ y ‘salvar almas’.

“En el pasado, las mujeres pioneras habían practicado la caridad con sus vecinos cercanos. Ahora las hermanas de la Sociedad de Socorro se organizarían para brindar caridad, ‘el amor puro de Cristo’, también a su prójimo a nivel mundial” (Hijas en Mi reino, págs. 71-72).

“Una de nuestras presidentas de la Sociedad de Socorro fue al ayuntamiento de una ciudad de California y dijo: ‘¿Qué es lo que más se necesita en esta comunidad que nosotras podamos hacer?’. Y los hombres dijeron: ‘¿Usted dice que hay 20.000 grupos por todo el mundo que van a hacer lo mismo?’. Ella les contestó que sí. Entonces [uno de los miembros del ayuntamiento] dijo: ‘Cambiarán el mundo’ y creo que lo hicimos… Lo mejoramos” (Hijas en Mi reino, pág. 106).

“Una hermana de Tooele, Utah, se enteró de que un acolchado hecho por ella había dado alivio a una familia británica durante la guerra. Esa hermana de la Sociedad de Socorro había hecho el acolchado en 1906 y le había puesto una notita dentro. Lo envió a San Francisco, California, para ayudar a las víctimas de un terrible terremoto. Once años después, se regaló el acolchado a la Cruz Roja y se envió a Gran Bretaña. Cuando el beneficiario británico encontró la nota, envió una carta de agradecimiento personal, indicando que el acolchado ‘había sido muy útil, ya que perdí a mi esposo en el frente de batalla’. Habiendo quedado con ocho hijos y sin ninguna posibilidad de empleo, esa viuda admitió: ‘Apenas puedo seguir adelante’” (Hijas en Mi reino, págs. 74-75).

“Las líderes de la Sociedad de Socorro alentaron a las hermanas a seguir sirviéndose unas a otras en formas caritativas, como lo habían hecho desde los primeros días en Nauvoo. Las hermanas atendieron a los enfermos, cosieron para los que necesitaban ropa y dieron socorro en otras formas a los necesitados. Por ejemplo, en 1921, un grupo de Santos de los Últimos Días armenios que vivían en Turquía tuvieron que salir de sus hogares. Joseph W. Booth, presidente de la Misión Palestina-Siria, les ayudó a mudarse a Aleppo, Siria, en donde organizó una rama con una Sociedad de Socorro de unas 30 hermanas. La mayoría de ellas eran muy pobres y, sin embargo, sentían que en calidad de mujeres de la Sociedad de Socorro tenían el privilegio y el deber de dar servicio a los menos afortunados que ellas. Así que se juntaron y cosieron ropa usando noventa metros de tela que había comprado el presidente Booth. También prepararon una comida para sus compañeros refugiados malnutridos” (Hijas en Mi reino, pág. 78).


Mejore el ministerio de las maestras visitantes

mujeres

“El programa de maestras visitantes da a las mujeres la oportunidad de velar, fortalecerse e instruirse mutuamente” (Manual 2, 9.5).

“Las maestras visitantes llegan a conocer y amar a cada hermana con sinceridad, la ayudan a fortalecer su fe y le dan servicio. Procuran inspiración personal para saber cómo responder a las necesidades espirituales y temporales de cada hermana que se les haya asignado visitar” (Manual 2, 9.5.1).

De Hijas en Mi reino

“La hermana Eliza R. Snow, segunda Presidenta General de la Sociedad de Socorro, enseñó: ‘Considero el oficio de maestra como un oficio elevado y sagrado’. La hermana Snow esperaba que las hermanas pudieran ‘percibir una diferencia en su casa’ después de la visita. Aconsejó a las maestras visitantes que se prepararan espiritualmente antes de visitar los hogares a fin de que pudieran determinar y satisfacer tanto las necesidades espirituales como las temporales: ‘Una maestra… ciertamente debería tener consigo el Espíritu del Señor al entrar en una casa lo suficiente como para saber qué impresiones tiene al llegar allí… Supliquen ante Dios y el Espíritu Santo para recibir [el Espíritu] a fin de que puedan reconocer el sentimiento que prevalece en esa casa… y entonces quizá deseen expresar palabras de paz y consuelo; y si ustedes hallan a una hermana en frialdad, llévenla a su corazón como tomarían a un niño en los brazos y denle abrigo’” (Hijas en Mi reino, pág. 120)

Cómo pueden las maestras visitantes amar, cuidar y fortalecer a una hermana

  • Orando diariamente por la hermana y por su familia.
  • Buscando inspiración para llegar a conocer a la hermana y a su familia.
  • Visitándola con regularidad para saber cómo está y para consolarla y fortalecerla.
  • Manteniendo un contacto frecuente con ella por medio de visitas, llamadas telefónicas, cartas, correos electrónicos, mensajes de texto y pequeños actos de bondad.
  • Saludándola en las reuniones de la Iglesia.
  • Ayudándola cuando tenga alguna emergencia, enfermedad u otra necesidad urgente.
  • Enseñándole el Evangelio por medio de las Escrituras y de los mensajes de las maestras visitantes.
  • Inspirándola mediante su buen ejemplo.
  • Informando a la líder de la Sociedad de Socorro sobre el servicio que brinden y sobre el bienestar espiritual y temporal de la hermana. (Véase Hijas en Mi reino, pág. 135.)

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