Escrituras
Isaías 65


Capítulo 65

El antiguo Israel fue desechado por haber rechazado a Jehová — El pueblo de Jehová se regocijará y triunfará durante el Milenio.

1 Fui buscado por los que no preguntaban por mí; fui hallado por los que no me buscaban. Dije a una nación que no invocaba mi nombre: ¡Heme aquí, heme aquí!

2 Extendí mis manos todo el día a un pueblo rebelde, que anda por un camino que no es bueno, en pos de sus propios pensamientos;

3 pueblo que en mi rostro me provoca de continuo a ira, sacrificando en huertos y quemando incienso sobre ladrillos;

4 que se quedan entre los sepulcros y en vigilia pasan la noche; que comen carne de cerdo y en sus ollas hay caldo de cosas inmundas;

5 que dicen: Quédate en tu lugar; no te acerques a mí, porque soy más santo que tú; estos son humo en mi nariz, fuego que arde todo el día.

6 He aquí que escrito está delante de mí: no callaré, sino que recompensaré y daré el pago en su seno

7 por vuestras iniquidades, dice Jehová, y por las iniquidades de vuestros padres juntamente, quienes quemaron incienso sobre los montes y sobre los collados me blasfemaron; por tanto, yo les mediré su obra antigua en su seno.

8 Así ha dicho Jehová: Como cuando se halla mosto en un racimo y se dice: No lo destruyas, porque bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, pues no los destruiré del todo.

9 Mas sacaré descendencia de Jacob, y de Judá heredero de mis montes; y mis escogidos poseerán por heredad la tierra, y mis siervos habitarán allí.

10 Y será Sarón redil de ovejas, y el valle de Acor para que se echen las vacas, para mi pueblo que me buscó.

11 Pero vosotros, los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la Fortuna y suministráis libaciones para el Destino,

12 yo también os destinaré a la espada, y todos vosotros os arrodillaréis para el degüello; por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oísteis, sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos y escogisteis lo que no me agrada.

13 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que mis siervos comerán, pero vosotros tendréis hambre; he aquí que mis siervos beberán, pero vosotros tendréis sed; he aquí que mis siervos se alegrarán, pero vosotros seréis avergonzados;

14 he aquí que mis siervos cantarán con júbilo de corazón, pero vosotros clamaréis por el dolor del corazón, y por el quebrantamiento del espíritu aullaréis.

15 Y dejaréis vuestro nombre como maldición a mis escogidos, y Jehová el Señor te hará morir, y a sus siervos llamará por otro nombre.

16 El que se bendijere en la tierra, en el Dios de verdad se bendecirá; y el que jurare en la tierra, por el Dios de verdad jurará, porque las angustias primeras han sido olvidadas y porque han quedado escondidas de mis ojos.

17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni vendrá más al pensamiento.

18 Mas gozaos y regocijaos para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo he creado a Jerusalén para regocijo y a su pueblo para alegría.

19 Y me regocijaré con Jerusalén y me alegraré con mi pueblo, y nunca más se oirán en ella voz de llanto ni voz de clamor.

20 No habrá más allí niño de días ni anciano que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito.

21 Y edificarán casas y morarán en ellas; y plantarán viñas y comerán el fruto de ellas.

22 No edificarán para que otro habite ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.

23 No trabajarán en vano ni darán a luz para desgracia, porque son descendencia de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos.

24 Y acontecerá que antes que clamen, yo responderé; mientras aún estén ellos hablando, yo habré oído.

25 El lobo y el cordero pacerán juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte, ha dicho Jehová.